Una «Mesa de Coyuntura Nacional» propinó elementos para el debate político

Se realizó el jueves 27 de abril pasado el lanzamiento del 2° ciclo del Grupo de Análisis de la Realidad Social, organizado por Cultura y Participación (GARS-CyP) con la propuesta de una Mesa de Coyuntura Nacional en el Auditorio Irala Burgos de la Universidad Católica.

Belén Romero, Secretaria de Formación de Conamuri, fue delegada de organización para conformar la mesa del panel y contribuir al análisis del momento sociopolítico actual desde la perspectiva y lucha de las mujeres trabajadoras campesinas e indígenas.

En referencia al debate sobre la reelección presidencial, la compañera manifestó que las mujeres organizadas y de la clase empobrecida no se sienten visualizadas en las disputas que se manejan a nivel de agenda país y que, sea cual fuere el resultado de este proceso, no hay que perder el horizonte que mueve a las organizaciones populares: “en esta disputa inter oligárquica tenemos que posicionarnos como compañeras y compañeros de la clase trabajadora”. Para Belén, este tema no debe ser considerado un punto central de nuestros espacios de discusión, ya que se enmarca en los intereses de quienes históricamente se han beneficiado del Estado burgués: “es una disputa entre ricos”, pronunció.

Trajo a colación lo que desde Conamuri se plantea como tareas principales a ser desarrolladas por el sector popular, campesino e indígena: la producción agroecológica y la formación política e ideológica de las bases y comunidades, “entendiendo que el enemigo principal es el sistema capitalista y su desprendimiento, el patriarcado, que oprime doblemente a las mujeres”.

El primer desafío se traduce en la resistencia en los territorios, entendidos estos no como un pedazo de tierra habitable y cultivable, sino como un conjunto de factores que definen la identidad de los sujetos a partir de su inserción en una comunidad y en relación con los bienes comunes de la naturaleza. Para ello, las prácticas de producción agroecológica son una confrontación abierta contra el agronegocio al frenar la migración interna e incorporar a la juventud en el proyecto político de un campo orientado hacia la Soberanía Alimentaria en el marco de la lucha por la tierra, que en nuestro país adquiere características en extremo violentas a razón de la desigualdad social en la distribución de la riqueza.

A partir de la realidad que significa para la mayoría desposeída vivir sojuzgada por una élite privilegiada que no pocas veces es superior al propio Estado, la formación político-ideológica adquiere fundamental relevancia en la lucha de clases. Es posible resistir al modelo hegemónico que empapa todas las dimensiones del ser humano desde una instancia colectiva que construya conciencia para la transformación social con valores y principios humanistas. En ese sentido, Belén señaló que “cuando hablamos de formación política e ideológica no decimos solo teorizar”, sino que se trata de incorporar nuevas prácticas entre hombres y mujeres que apunten hacia esa perspectiva deseada.

Con respecto a las elecciones de 2018, la compañera fue terminante al indicar que “el que gane va a defender los intereses de los ricos”, en el sentido de que todavía estamos lejos de alcanzar un proyecto político que surja de las necesidades y reclamos históricos del pueblo y que se plantee la verdadera emancipación social.

Otros disertantes fueron Gustavo Rojas, investigador y analista económico y de relaciones internacionales, que compartió elementos del escenario nacional e internacional desde el plano económico; Bernardo Rojas, presidente de la Central Única de Trabajadores CUT-Auténtica, que enfatizó la lucha sindical en el marco del gobierno actual; y Myriam Yore, politóloga y docente, que analizó la crisis política que se vive en el país desde el plano político e institucional.