La lucha de las mujeres por una apuesta histórica

El #25NPy, en el día internacional contra la violencia hacia las mujeres, salimos a las calles por una apuesta histórica, cantando, agitando, bailando, sonriendo y con la rabia acumulada por tanta violencia hacia nosotras, las sobrevivientes, y hacia aquellas que fueron asesinadas pero se transformaron en semillas de lucha.

Nosotras en Paraguay con las fuerzas de la historia de las mujeres nos atrevemos a avanzar en esta lucha urgente, por eso construimos una articulación que suma más de 80 organizaciones en su diversidad, pero con el factor común que nos aglomera: la lucha decidida contra el machismo y el sistema patriarcal.

En sábado lluvioso, y ante un pronóstico de tormentas, nosotras decidimos seguir y no suspender por lluvia la convocatoria. En la “Plaza de las Mujeres” iban llegando las compañeras, al encuentro de las que desde muy temprano trabajaron en la organización de la marcha y el festival. Una hora antes de la salida de la marcha en el cielo brilló el sol, brilló como esas nuestras ganas de ser libres, de vivir libres de violencia, de alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres.

¿Por qué nos movilizamos?

La violencia se manifiesta de diversas formas: económica, social, cultural, física, sicológica, laboral, acoso, violencia estructural. En lo que va del año contabilizamos 46 casos de feminicidios y justamente el número 46 sucedió el mismo 25 de noviembre, 5 intentos de feminicidios, 59 trans-femicidios desde 1989; 2 niñas por día entre 9 a 14 años son obligadas a dar a luz, aisladas en albergues apoyados por el Estado; en el campo, las fumigaciones con agrotóxicos provocan que niñas y niños nazcan con malformaciones, los desalojos violentos, los arrestos y la persecución a las mujeres organizadas; en el Bañado de Asunción la amenaza constante de desarraigo que al igual que en el campo obedece a proyectos económicos que lejos están de beneficiar al pueblo.

El acoso callejero, el acoso en las universidades, en las iglesias, en la redes sociales que se torna una de las violencia sufridas a diario por la mujeres sin ninguna protección y la naturalización de un galanteo mejor conocido como “piropo” y una vez más afirmamos, explicamos que el acoso es violencia. Mujeres violentadas física y sicológicamente.

La violencia estructural por parte del Estado que no garantiza derechos básicos como acceso salud, educación de calidad, mercados para venta de producción campesina. La violencia obstétrica que sufren las mujeres embarazadas.

Nosotras no negamos que los hombres sufren violencia, pero es necesario que se comprenda en la sociedad que quienes sufrimos más violencia somos las mujeres: la desidia del Estado, la cultura machista y el sistema económico y social vigente nos están matando.

Las hermanas Mirabal, quienes lucharon contra la dictadura de Trujillo en República Dominicana, son el ejemplo de la lucha incansable de las mujeres por lograr la igualdad, la lucha contra la tiranía. Ellas son las semillas, la razón por la que cada 25 de noviembre salimos a las calles a decir BASTA DE VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES.

Por ellas, por vos, por nosotras seguimos en lucha hasta que todas seamos libres. En marzo conocíamos 11 feminicidios y 8 meses después conocemos 46. Por eso y por todas las mujeres nos levantamos con la clara consigna que traemos desde el #8M y volvemos a decir con fuerza “ROIKOVESE HA ROIKOVÉTA.