Comunidad indígena se encuentra sin agua

Bernarda Pesoa, lideresa del Pueblo Toba Qom, denuncia que la Municipalidad de Cerrito no contribuye a solucionar la falta de agua.

Representando a las comunidades Rosarino y Santa Rosa –compañía Cerrito,  departamento de Presidente Hayes–, Bernarda Pesoa llegó hasta el local de Conamuri, en Asunción, para informar que se averió el motor eléctrico del pozo artesiano que les dotaba del vital líquido desde hace tres años, por lo que llevan más de un mes forzados a recurrir a otras alternativas para sobrevivir.

En total son 400 familias las afectadas por esta situación en las dos comunidades. Han hecho reclamos a la Municipalidad de Cerrito, pero sus acciones no han resuelto el problema: “El intendente envía agua en tanques cada vez que reclamamos, pero no es suficiente; lo que queremos es que nos mande a arreglar el motor y a ese pedido él no contesta”, manifestó Pesoa.

“Venimos tomando el agua de los pozos comunes que fueron abandonados hace tiempo ya, estaban sin uso y ahora se están secando”, prosiguió la lideresa, a la vez de informar que hay personas que ya presentan síntomas como diarrea y vómito por consumir agua en malas condiciones, además de acotar que para bañarse y lavar sus ropas utilizan los tajamares, lugar donde también beben sus animales.

“Hemos enviado una nota al Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) solicitando intervenir en esta situación antes de lamentar alguna emergencia sanitaria más grave que pueda recaer sobre los afectados”, dijo la mujer, con esperanza de que las urgencias de su Pueblo sean atendidas por las autoridades correspondientes.