La Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri fue adjudicada con un proyecto de producción de aves domésticas que traerá alivio a un total de 161 familias lideradas por mujeres en las zonas de San Pedro, Caaguazú, Guairá, Misiones y Alto Paraná.
Este proyecto de inserción a los mercados agrarios, conocido como PIMA y ejecutado por el Ministerio de Agricultura, consiste en la entrega de insumos, equipos y material biológico (pollitos) a cada familia beneficiaria, con lo cual se espera brindar un pequeño respiro hasta que la producción vuelva a fortalecerse, ya que la pandemia por Covid-19 afectó en forma grave principalmente el rubro hortícola, y como consecuencia no hay semillas en el medio y se genera dependencia de mercados externos, sin contar con el drama de la sequía que es resultado del modelo de producción dañino para el ambiente y que destruye los territorios al provocar pérdidas económicas contra las familias campesinas e indígenas.
Desde la CONAMURI denunciamos el atropello a los derechos campesinos de Paraguay, impulsado por un proyecto de la Cámara de Diputados que pretende modificar la Ley 1863/2002 Estatuto Agrario. El objetivo principal es legalizar tierras que fueron robadas en época de la dictadura stronista y en los posteriores gobiernos colorados.
Denunciamos que una vez más en plena pandemia, actuando de manera perversa, sin participación abierta, masiva, amplia y diversa, se pretende legalizar las “derecheras compradas” por empresarios del agronegocio, quienes presionan para desplazar a comunidades campesinas e indígenas, hecho que deja como resultado la existencia de comunidades rodeadas por inmensos sojales.
«No empieces una dieta que terminará algún día, empieza un estilo de vida que dure para siempre».
El modelo de producción imperante en nuestro país y la región está obligando a la población a tomar conciencia de nuestros actos como seres humanos y principalmente como productores de alimentos, como campesinos y campesinas que somos, en medio de condiciones económicas y ambientales desfavorables. Cambiar nuestro modo de vivir, producir y alimentarnos más que una alternativa debe ser una línea estratégica de resistencia. La agroecología es la opción más viable y perdurable para la agricultura campesina, este modo de vivir debe ser rescatado, afianzado y conservado, pues al transformar nuestro entorno se coloca a las familias campesinas e indígenas como sujetos activos (históricos), promoviendo así el enfoque ecológico que tiene principios y no recetas.
La agroecología tiene sus raíces en la historia de la agricultura de origen ancestral; cada pueblo organiza su propia cultura en y con la naturaleza, buscando actualizar la ancestralidad para un cambio humano y volver a dar alimentos sanos. Se torna así la agroecología en una respuesta al hambre, a la crisis ambiental, al problema agrario, inclusive al covid-19 porque una persona bien nutrida goza de buena salud (defensa) y, por lo tanto, fortalece el sistema inmunológico.
Promovemos un modelo que protege y está a favor de la vida, pues al producir nuestros propios alimentos estamos haciendo frente a toda la red de supermercados de nuestro alrededor, llevar alimento a la mesa sin depender, decidir qué comer, diversificar y con la certeza de que es un producto sano, saludable, nutritivo. Este modo de vida hoy en día lleva el nombre de agroecología con campesinos, familias, árboles, comunidades, biodiversidad. La agricultura es una actividad típicamente humana que a través de la creatividad es capaz de dar alimentos; para ello, se incluye dentro de un territorio, agua, semilla, suelo, animal.
Los alimentos saludables deben ser frescos, variados y balanceados para tener buena salud y sentirnos bien. Alimentarse requiere de creatividad, disciplina, conocimiento, innovación, sabiduría, mantener viva la ancestralidad-identidad, trasmisión oral de conocimiento de generación en generación, el trabajo colectivo, reconocer, valorar el trabajo de las mujeres en la agricultura; quienes mantienen la cultura, el idioma, conservan la gastronomía local.
Las mujeres cumplen funciones indispensables dentro de la agricultura que históricamente no es reconocida ni valorado, como la recolección de las semillas, después de la cosecha las mujeres se encargan de guardarlas y cuidar que sean las mejores para no perder la vigorosidad…
La responsabilidad es colectiva, el campesinado, consumidores, técnicos de campo, las relaciones como seres humanos son elementos muy importantes para aplicar este sistema de producción, todos tenemos conocimientos que aportar en cada espacio. Experimentar, compartir e intercambiar los resultados con los demás.
La reforma agraria popular es necesaria cuando falta tierra para el campesinado y pueblos originarios y pobladores de los lugares periféricos de la ciudad, quienes son los que trabajan la tierra para un bien común y mejorar sus condiciones de vida, eso quiere decir que debemos sacar de quienes concentran solo para un negocio y acumular capital para unos pocos.
La lucha por las tierras malhabidas y lugares públicos improductivos de las ciudades (seccional colorada) pueden ser destinados a las familias que puedan producir sus alimentos, organizar huertas urbanas, chacra común, etc.
Comunicado colectivo internacional promovido por el Centro de Estudios Legales y Sociales – CELS (Argentina)
Es urgente una respuesta global que reconozca a las vacunas como un bien común de la humanidad. La suspensión temporal de patentes es un paso obligatorio para producir masivamente los insumos necesarios para enfrentar la pandemia en el mundo y garantizar el derecho a la salud y a la vida en todos los países.
Los remedios, insumos y vacunas para la prevención y tratamiento del Covid-19 existen y son inaccesibles para la gran mayoría de la población. La codicia de un pequeño grupo de países y el lobby empresarial impiden que se democratice la producción de los medicamentos y de las vacunas. Esa concentración buscada y sostenida y la opacidad incluso respecto de los costos de producción y criterios de determinación de precios prolongan la pandemia y ahondan la crisis social y económica en América Latina y en el mundo.
Entrevista con Perla Álvarez, militante feminista y referente de Vía Campesina
Por Sergio Ferrari*
La protesta social en Paraguay tuvo su detonante pandémico durante marzo pasado. Sin respuestas significativas de parte del gobierno, cualquier chispa puede convertirse en un nuevo disparador. Y transformar esta crisis, de por sí dramática, en una realidad caótica.
Si la situación sanitaria fue la causa determinante se le sumaron muchas otras reivindicaciones sectoriales enfatiza en esta entrevista exclusiva Perla Álvarez Brítez, militante feminista y dirigente campesina.
Una historia de lucha sin respiro
A punto de cumplir sus 50 años es, desde hace más de dos décadas, una de las referentes sociales paraguayas de primera línea. En octubre del 1999 junto con otras trescientas activistas fundaron la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, que forma parte de la CLOC (Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo), de la Marcha Mundial de Mujeres, de ALBA de los Movimientos Sociales y de Vía Campesina. Este movimiento convoca, como cada año, para el próximo 17 de abril, una jornada de protesta por el Día Internacional de las Luchas Campesinas.
Con presencia de los socios productores, llegados desde Edelira km 47 en Itapúa, la Asociación de la Agricultura Agroecológica del Paraguay invita a la presentación de la nueva partida de yerba mate agroecológica Oñoirũ, edición 2021, a realizarse en fecha 27 de febrero de 2021 a las 17 hs., en el marco del Día Nacional del Tereré. La actividad tendrá lugar en El Granel, Juan de Salazar 372 entre Artigas y San José, Asunción.
“Semilla Róga” (la Casa de las Semillas) es una iniciativa de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri que recientemente fue premiada, junto a otros cuatro emprendimientos colectivos, por el Concurso Comunitario de Innovación Social “Moirũ”.
Ubicada en el distrito de Repatriación (Caaguazú) y en funciones desde el año 2010, este espacio es un verdadero laboratorio vivo donde las comunidades campesinas e indígenas, sobre todo las y los jóvenes que participan de la Escuela de Agroecología de Conamuri, realizan tareas de producción con enfoque agroecológico a partir de la conservación y multiplicación de las semillas nativas y criollas.
La iniciativa surge en el marco de la campaña por la defensa y multiplicación de las semillas, cuando la juventud involucrada resolvió que era necesario contar con un espacio físico donde guardar las semillas hasta su reproducción y distribución a las familias agricultoras.
Actualmente, las semillas se encuentran en las fincas para su reproducción y para alimentar a las comunidades. Se trata de legumbres, tubérculos, hortalizas, frutales, hierbas medicinales y también abono verde para la recuperación del suelo. Estamos en un momento en que se empieza a dar una mayor importancia a la producción orgánica y agroecológica para preservar la salud y esa consciencia se está generalizando.
Con el estímulo obtenido por el concurso social, se espera involucrar a 17 familias que producirán, sobre todo, abono verde para la comercialización, además de contar con un sitio virtual para la venta de otros productos, como ser leche, queso, carne, etc., a un público mayor.
“Moirũ” es un concurso organizado por la Comisión ODS Paraguay conjuntamente con el Laboratorio de Aceleración del PNUD y la Estrategia Nacional de Innovación a través de la plataforma articuladora Wendá, que dotará con 5.000 USD a las iniciativas ganadoras para desarrollar su proyecto en la búsqueda de alcanzar sus objetivos.
Desde la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia.
Nos dirigimos a la opinión pública nacional e internacional para expresar nuestro repudio a la condena de 20 años de prisión al dirigente campesino Genaro Meza, la Fiscalía no pudo probar ninguna de sus acusaciones y los testimonios de los testigos pudieron establecer claramente la inocencia del compañero Genaro Meza.
Como Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia hacemos un llamado a las organizaciones sociales y activistas que luchan por la defensa de los derechos humanos a rechazar este atropello del aparato fiscal y judicial que una vez más muestra ser instrumento para la continuidad del estronismo y la criminalización de las luchas sociales en nuestro país.
Los que creen ser dueños del Paraguay y utilizan todos los medios del Estado para amedrentar y violar los derechos de los luchadores sociales, no podrán en tanto nos unamos a la causa de liberación de todos los presos políticos.
Nuestra solidaridad con el compañero Genaro Meza, con su familia y con su organización social y política ante esta infamia de aquellos que nunca se han ido y continúan impunemente sometiendo a personas inocentes.
En el marco del día mundial de la lucha contra los agrotóxicos y por la vida, la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri tiene el agrado de invitar al lanzamiento del libro “Los agrotóxicos matan: Memoria del caso Silvino Talavera”, a realizarse en forma virtual desde el Facebook Live de Conamuri Paraguay el día jueves 3 de diciembre a las 16 horas.
Lideresa del Pueblo Qom reflexiona sobre la soberanía alimentaria durante evento organizado por estudiantes de Ecología Humana
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Carrera de Ingeniería en Ecología Humana de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción organizó un conversatorio que contó con la participación de Bernarda Pesoa, lideresa de la comunidad Santa Rosa del Pueblo Qom, ubicada en el Bajo Chaco. Integrante de la Organización Conamuri y defensora ambiental, Pesoa ofreció una charla titulada «La situación de la alimentación en Paraguay: una mirada desde las organizaciones sociales».
Durante su intervención, Pesoa reflexionó sobre los desafíos de la soberanía alimentaria en Paraguay, denunciando la falta de apoyo gubernamental hacia la producción agroecológica y la excesiva dependencia de productos importados. La lideresa señaló que la crisis provocada por la pandemia de covid-19 puso en evidencia la vulnerabilidad del sistema alimentario nacional, resaltando el papel clave de las mujeres rurales y campesinas para garantizar la alimentación en sus comunidades a través de ollas populares.
“El gobierno nunca ha valorado la producción nacional agroecológica, a pesar de que la pandemia ofrece una oportunidad única para apoyar la agricultura campesina”, afirmó Pesoa. En este sentido, destacó los esfuerzos de los comités de mujeres rurales para asegurar la alimentación en los barrios y asentamientos durante los momentos más fuertes de la crisis. “Las mujeres hemos hecho que ninguna persona quedara sin comer, pero esto no se visibiliza ni se valora”, subrayó.
Pesoa también alertó sobre los riesgos asociados a una alimentación basada en productos ultraprocesados y con altos contenidos de conservantes, que se ha convertido en la norma en muchas comunidades. “Estamos comiendo mal, y eso enferma nuestros cuerpos. La soberanía alimentaria no es solo una política de producción de alimentos, también es una política de salud”, enfatizó.
En su charla, Pesoa abordó la necesidad de fortalecer la producción agroecológica y orgánica, el rol de las mujeres campesinas e indígenas como productoras esenciales y la urgencia de un cambio de enfoque en las políticas alimentarias del país. Además, criticó el modelo agroexportador que promueven las universidades y que, a su juicio, no fomenta una verdadera valoración de la producción local y sostenible.
Este conversatorio, organizado por estudiantes de Ecología Humana, ofreció un espacio de reflexión sobre la alimentación como un acto político que incide directamente en la salud, la economía y la cultura de los pueblos. Las organizaciones sociales, como Conamuri y la Vía Campesina, continúan abogando por un sistema alimentario más justo y sostenible, en el que la soberanía alimentaria sea reconocida como un derecho fundamental.