Reclusas del Buen Pastor denuncian calabozo inhumano y exigen su cierre definitivo

El pasado 29 de mayo, la reclusa Belinda Solís se quitó la vida en una celda de aislamiento de la Correccional de Mujeres Casa del Buen Pastor, en Asunción. Alrededor de 80 internas firmaron un comunicado exponiendo detalles del contexto para exigir la clausura inmediata de los calabozos del penal femenino, ya que constituyen una forma de doble condena.

Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri nos solidarizamos con esta causa, sumándonos al reclamo del cierre del calabozo, que además de ser una doble prisión constituye una forma de tortura psicológica, en esta ocasión con derivación fatal.

Bregamos también por el respeto hacia los derechos humanos en un sentido específico de exigir al Estado sus obligaciones para con los sujetos privados de su libertad.

A continuación transcribimos la carta manuscrita y firmada por las compañeras de Belinda.

 

NO AL DOBLE AISLAMIENTO DE MUJERES DEL BUEN PASTOR

CIERRE AL CALABOZO

Nos gustaría recordarla a Belinda con su amplia sonrisa, sus pasos dificultosos pero ligeros por los pasillos y el patio del penal, ofreciendo algunas manualidades o golosinas como la última vez que la vimos.

Quizás sepamos poco de ella, de sus sueños y aspiraciones como cualquier ser humano tenemos en la vida.

Hoy no podemos recordarla sino recordarla con más fuerza que nunca el horroroso, tétrico y oscuro calabozo donde ella pasó los últimos momentos de su vida.

El calabozo de la Cárcel de Mujeres del Buen Pastor son tres celdas muy pequeñas aisladas de todos los pabellones, separadas de ellos por murallas altas de gruesas paredes. Sin ventilación ni corriente de aire, con un pasillo angosto, oscuro y cerrado. La celda del medio es la peor porque no tiene cama, baño ni agua, y en ese lugar la encerraron a Belinda.

Esta lacerante realidad testimonia la hermana Elisa, expresando que ese lugar induce a la muerte y que por eso mismo lo habían clausurado.

“Estuvieron gritando, pidiendo auxilio las chicas que estaban en el calabozo, pero ningún guardia-cárcel actuó. Cuando fueron ya estaba muerta, se había colgado”. Estas son expresiones de algunas chicas que pronunciaron entre llantos aquel lunes a la tardecita en el patio del penal.

Sabemos lo que pasó con esta compañera pero ya ha sido redactado y publicado por los funcionarios de las instituciones, quienes son muy eficientes cumpliendo con “sus protocolos” para maquillar y dar a conocer sus informes para que todo quede como normal y no haya ningún cuestionamiento de parte de nadie.

Nosotras, las compañeras de Belinda, presas de la cárcel del Buen Pastor, exigimos el cierre inmediato del calabozo.

Que no haya más doble prisión, ni doble castigo ni sufrimiento.

¡Que no haya otra Belinda más!

El manuscrito y las firmas digitalizadas se encuentran aquí.