Posicionamiento de Conamuri sobre la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela

Venezuela hoy celebra la asunción presidencial de Nicolás Maduro en su segundo mandato, mientras Mario Abdo Benítez, mandatario del Paraguay, comunica que rompe relaciones con el país bolivariano, alegando que las elecciones fueron fraudulentas. Ante estas declaraciones es necesario recordar las condiciones en que se desarrollaron las elecciones generales en nuestro país en el mes de abril de 2018, justamente con resultados poco creíbles e ilegítimos.

Por otra parte, Paraguay es el país donde a diario se violan los derechos humanos por desalojos de miles de familias campesinas, indígenas o urbanas en condiciones crueles y violentas; donde la deforestación masiva destruye la biodiversidad y los cauces hídricos además de criminalizar las luchas populares para beneficiar a mega proyectos ligados al extractivismo; donde existen propuestas de pagos tributarios cada vez más elevados contra trabajadoras y trabajadores, empobreciendo al grueso de la población; donde el pez gordo disfruta de privilegios e impunidad mientras que se calcula cómo quitarle plata incluso al joven que no tiene garantizados la educación pública, gratuita y de calidad o un puesto de trabajo digno.

Es, cuando menos, contradictorio que un Estado –el paraguayo– donde no existen políticas públicas que avalen derechos humanos básicos como salud, educación, trabajo, acceso a tierras, vivienda, etc., a través de un gobierno que representa el continuismo de la barbarie, cuestione y actúe de esta manera ante la voluntad popular expresada en elecciones legítimas de otro Estado soberano, donde la población defiende su autonomía a diario soportando el aislamiento intencional y la especulación de productos de la canasta básica, por el derecho a elegir a sus representantes.

Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri nos solidarizamos con el pueblo venezolano que sufre una vez más atropellos inconmensurables por ejercer su soberanía; sabemos que estos ataques a nuestros pueblos claramente provienen de gobiernos entreguistas alineados al imperialismo que es política histórica de los Estados Unidos.

La soberanía de los pueblos la construimos resistiendo y luchando por una sociedad justa,

por una vida digna para todas y todos