Manifiesto #25NPy2022

Por nuestros derechos y contra todas las violencias, volvemos a las calles con la convicción de que juntas y organizadas, lograremos ser reconocidas como personas con derechos. Somos niñas, adolescentes, mujeres del campo y la ciudad. Campesinas, indígenas, afrodescendientes y migrantes; sindicalistas, políticas, trabajadoras sexuales, docentes, artistas, emprendedoras, ingenieras, bomberas, estudiantes, autoconvocadas, periodistas, comunicadoras, psicólogas, trans, lesbianas y bisexuales.

Vivimos en una sociedad capitalista y patriarcal, que considera y trata a las mujeres como seres inferiores, que nos violenta física y mentalmente y que, al ser cuestionado, se refuerza con más violencia. Nuestra diversidad y feminismo nos lleva a la solidaridad y a luchar juntas por la conquista de nuestros derechos, fundamentalmente para las personas menos privilegiadas dentro de este sistema que discrimina por género, clase, etnia, forma física, capacidades físicas o cognitivas.

Este 25 de noviembre, una vez más, denunciamos que en nuestro país sufrimos por la violencia reforzada contra las mujeres y recrudecida por la crisis sanitaria y económica. Sufrimos violencia política y simbólica en todos los ámbitos por causa de la estructura patriarcal de la sociedad. A esta realidad se suman las mentiras e intereses de unos pocos que ostentan el poder económico y político. 

Levantamos una lucha contra esta educación sexista y alienante. Planteamos la implementación de una educación crítica con perspectiva de género, que considere la interseccionalidad y el enfoque de derechos. La educación sexual integral contribuirá a prevenir abusos y hasta muertes, entre ellas las uniones forzadas tempranas, las violaciones y muerte de niñas, niños y mujeres. 

La ANR y otros diversos sectores neofascistas usan la supuesta defensa de la familia y la vida para posicionarse electoralmente con falsos discursos, siendo ellos los responsables directos de más de 70 años de pobreza, la escasez de atención médica y de medicamentos, la educación mediocre, los desalojos criminales, todo como parte de la violencia estructural. Es grave que la cancillería paraguaya promueva una agenda regional en contra de los derechos democráticos conquistados por mujeres, niñas y adolescentes.

Ante este acelerado proceso de regresión, resulta sumamente perjudicial el rol que ha tomado el Ministerio de la Mujer al llamarse al silencio. Ante estos ataques contra la perspectiva de género y la perspectiva de derechos en las leyes, no hemos visto ninguna acción del Ministerio de la Mujer que manifieste interés en proteger a nuestras niñas, adolescentes y mujeres diversas.

Por todo eso hoy denunciamos:

  • Que nos siguen matando por ser mujeres. En lo que va del año, nos duelen los 32 casos de feminicidio y 7 tentativas. 
  • Que el Estado nos violenta por medio de políticas que condenan a niñas y mujeres al hambre y la miseria.
  • Que las mujeres seguimos sufriendo acoso en nuestros lugares de trabajo. Si denunciamos siguen sin creernos, y la impunidad continúa para los acosadores. La evidencia de esto, es que los abusos que se daban en el Grupo Albavisión Paraguay venían sosteniéndose durante años, con total impunidad y sin intervención de sus principales directivos hasta que salieron a la luz. Las víctimas se vieron obligadas a renunciar debido a la feroz persecución desde la patronal contra las trabajadoras, evidenciando la falta de protocolos y protección. Además, varias fueron despedidas solo por denunciar las condiciones laborales o apoyar a las víctimas. Hoy, el Grupo Albavisión sigue encubriendo a otros acosadores. 
  • Que las estudiantes, tanto del sector secundario y universitario, también sufrimos acoso, abusos y violencias de parte de compañeros, compañeras y docentes en las instituciones educativas.
  • Este año continuó la política de desalojos criminales y violentos, en donde las más afectadas son las mujeres campesinas e indígenas. Varias compañeras fueron criminalizadas por exigir un pedazo de tierra. 
  • Denunciamos que negar el derecho a la educación es violencia. Más de 222.000 niñas y adolescentes mujeres de entre 5 y 17 años están excluidas del sistema educativo. Las niñas y niños no alcanzan los niveles mínimos de calidad de aprendizajes en lecto escritura, matemáticas y ciencias en pruebas nacionales e internacionales. A pesar de esto, grupos anti-derechos se oponen a una educación con enfoque de derechos valiéndose de discursos violentos y mentiras.
  • La violencia contra las lesbianas ha sido silenciada a lo largo de la historia. Hoy es silenciada por la hipocresía, las violaciones mal llamadas «correctivas», los golpes, las descalificaciones, la deslegitimación de nuestras familias y maternidades. Año tras año luchamos para hacer visible la indignación frente a tanta violencia silenciada y denunciamos la violencia contra las lesbianas privadas de libertad. 
  • En Paraguay más de 13.000 niñas y adolescentes dieron a luz el año pasado, 490 de ellas tenían solamente entre 10 y 14 años, convirtiéndose en niñas madres. Hubo 380 denuncias por abuso sexual infantil hasta agosto de este año. Las niñas son las más afectadas, recordamos a las 10 niñas de Caaguazú que solo buscaban comida. 
  • Que las uniones forzadas de niñas y adolescentes son una realidad local. De las adolescentes de 15 a 19 años de edad casadas o concubinadas, más de la mitad es con hombres de 5 a 10 años más que ellas. 
  • Que la Trata con fines de explotación sexual, constituye una expresión extrema de pobreza y de violencia contra las mujeres.
  • Que las defensoras de los derechos humanos y la igualdad de género recibimos sistemáticamente ataques y amenazas de quienes buscan más poder para mantener sus privilegios. 
  • Que las mujeres trans y de la comunidad TLGBIQ+, sufrimos violencia continua, exacerbada por el avance fascista, que se manifiesta sobre nuestros cuerpos y se acentúa más aún en las trabajadoras sexuales, a nivel institucional y social. El estigma y la discriminación nos violentan en muchas formas, como ser agredidas físicamente en las calles, sufrir la violencia de las fuerzas de seguridad, no poder alquilar viviendas, ni acceder a un seguro médico, ni gestionar créditos.
  • Que el último censo invisibilizó, de forma adrede, a muchos sectores de la población. No consideró a la población de afroparaguayas/os, ni parejas TLGBIQ+, ni personas trans o no binarias, entre otras.
  • Que los derechos de maternidad de las personas con discapacidad y la protección de las niñas con discapacidad cognitiva, son absolutamente ausentes en la agenda estatal. La triple jornada laboral sigue recayendo sobre nosotras: trabajo, universidad y hogar.
  • Que la violencia política hacia las mujeres hace imposible competir en igualdad de condiciones. Los pactos de impunidad a nuestros agresores, el acoso y la invisibilización hacen inseguros a los espacios de militancia. El poder político debe amparar a las más vulnerables, no otorgar impunidad y poder a los agresores y a sus cómplices.
  • En estos tiempos de campaña electoral, existen candidatos y candidatas en diferentes partidos políticos que usan la mentira, la tergiversación y el odio en sus campañas, atacando y vaciando de contenido los conceptos género, diversidad y el enfoque de derecho. Estos ataques impiden políticas públicas de prevención y son las causantes de los distintos tipos de violencia Esto impacta desproporcionadamente a mujeres, niñas, adolescentes y personas TLGBIQ+. 

Por todo lo denunciado, nosotras exigimos al Gobierno y a las autoridades:

Que el gobierno, en particular el Ministerio de la Mujer, se posicione en contra de los discursos de odio que ponen en peligro los derechos conquistados por mujeres diversas, a lo largo de la historia en nuestro país y que garantice los derechos de las mujeres con perspectiva de género y derechos humanos. 

EXIGIMOS, que se garantice seguridad para las mujeres en todos los espacios laborales y que para ello se ratifique el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce el derecho de toda persona a un mundo laboral sin violencia y acoso.

EXIGIMOS, que toda empresa, universidad y ente, tanto público como privado, trabaje en un protocolo de prevención y abordaje contra la violencia de género, la discriminación y todo tipo de violencia, para proteger a las víctimas y educar sobre el respeto, el consentimiento y la igualdad a todes les funcionaries, estudiantes y propietaries.

EXIGIMOS, que el Estado cumpla efectivamente con la ley 5777/16 de Protección Integral a las mujeres contra toda forma de violencia y que las sobrevivientes de violencia no sean re victimizadas.

EXIGIMOS, que se apruebe la ley Julio Fretes contra toda forma de discriminación. Este proyecto busca reglamentar el artículo 46 de la Constitución y crear un mecanismo efectivo para denunciar casos de discriminación. 

EXIGIMOS, que se finalice y ponga en marcha el Programa Nacional de Prevención y Atención Integral del Abuso Sexual hacia Niños, Niñas y Adolescentes, como lo establece la ley 6202, para apoyar a les niñes sobrevivientes de la violencia sexual, incluidas las niñas y adolescentes embarazadas y obligadas a parir, para ayudarlas a reconstruir sus vidas.

EXIGIMOS, que haya sanciones más severas contra agresores, abusadores de niñas y feminicidas, quienes se aprovechan del sistema judicial corrupto que disminuye sus penas/sanciones mediante sobornos.

EXIGIMOS, que la violencia de género en internet sea reconocida como una violación a los derechos humanos y como un continuum de las agresiones que vivimos las mujeres en espacios físicos.

EXIGIMOS, que mejore la atención integral a las víctimas de trata y se garantice la eficiente gestión del Fondo Nacional de Inversión, del Programa Nacional de Prevención, Combate y Atención a Víctimas de la Trata de Personas.

EXIGIMOS, que exista una ley en contra de la discriminación a las personas con discapacidad (capacitismo). Las personas con discapacidad tenemos derecho a amar, tener parejas y tener relaciones sexuales. Que se cumpla el cupo de 5% de trabajo para las personas con discapacidad, con nombramiento o cargos permanentes, en igualdad de condiciones y con un plan de inclusión y protocolos contra toda forma de violencia.

EXIGIMOS, que sea obligatoria la lengua de señas en los informativos y/o noticieros de los medios de comunicación y audiovisuales, en las instituciones públicas y privadas. Que todos los espacios públicos sean accesibles y seguros para las personas con discapacidad.

EXIGIMOS, que el trabajo sexual sea reconocido con las leyes laborales basadas en derechos humanos que nos protejan. Instamos a las compañeras feministas a seguir defendiendo nuestro derecho a trabajar y tener autonomía sobre nuestros cuerpos. Mi cuerpo es mi territorio. ¡Trabajo sexual es trabajo!

EXIGIMOS, que tengamos alimentos de calidad, en cantidad y variedad para garantizar una alimentación nutritiva para niñas, niños y personas mayores, en especial para las ollas y sectores populares como el bañado, el campo, entre otros, fortaleciendo la Ley de ollas populares y centros comunitarios.

EXIGIMOS, ¡Que la Ley Riera-Zavala sea anulada! Luchar por el derecho a la tierra no puede seguir siendo tratado como un crimen. 

EXIGIMOS, que se incluya la perspectiva de género en todos los servicios de salud mental y que se eliminen las llamadas “terapia de conversión” que violentan a las personas de la comunidad TLGBIQ+ y a sus familias.

EXIGIMOS, que se capacite obligatoriamente en género a todas las personas que integran los tres poderes del Estado y que haya mayor representatividad de mujeres en el Poder Judicial, el cual aún es un sistema hermético y meramente patriarcal.

¡Justicia para las víctimas de Canal 9, SNT Cerro Corá, C9N RQP Paraguay y Paravisión!

¡Juicio y castigo a los responsables del infanticidio de las niñas Lilian y María del Carmen en manos del estado paraguayo! ¡Que aparezca viva Lichita! Este 30 de noviembre se cumplen dos años de su desaparición forzada por parte del Estado terrorista. ¡NO DEJAREMOS DE BUSCARLA!

EXIGIMOS, que los puestos de trabajo sean equitativos y que los roles de cuidado no sean un impedimento para ocupar cargos. Que se respeten las capacidades y rompamos la brecha salarial entre hombres y mujeres. ¡La igualdad salarial es un derecho!

EXIGIMOS, que la jubilación esté garantizada y que se resuelva administrativamente o se subsane, la nueva discriminación en el trabajo doméstico con la Ley de tiempo parcial.

EXIGIMOS, que se garantice la mitad de las horas de trabajo del primer empleo, permitiendo a las y los jóvenes continuar sus estudios.

EXIGIMOS, que dejemos de pagar la deuda externa usurera e ilegítima. Que se redireccione el presupuesto para combatir la violencia machista, para salud pública y gratuita.

EXIGIMOS, que se reconozca la interrupción voluntaria del embarazo como una cuestión de salud pública y evitar muertes por interrupciones clandestinas.

EXIGIMOS, cupo laboral para personas trans. Que Paraguay adopte el 17 de octubre como “Día Nacional del reconocimiento, protección y promoción de los derechos de las personas trans” y que se reconozca legalmente el nombre con el que nos identificamos. Que se respete la normativa nacional e internacional. ¡Ley de Identidad de Género ya!

EXIGIMOS, que se efectivice en Paraguay el ESTADO LAICO y una JUSTICIA LAICA para que no exista más IMPUNIDAD en los casos de víctimas de acosos y abusos en las iglesias; que ninguna mujer víctima de discriminación y violencia eclesial tenga que exiliarse en el extranjero mientras los victimarios sigan gozando con total impunidad. Que cesen las injerencias religiosas en las políticas públicas relacionadas a educación sexual integral, salud sexual y reproductiva, diversidad sexual e identidad de género.

EXIGIMOS, que se cumpla un verdadero Plan de Transformación Educativa, lejos del negacionismo, el fanatismo religioso y la ignorancia que garantice derechos que hoy no se dan en la práctica para todos los estudiantes: kits escolares, merienda y almuerzo escolar, entre otras necesidades. Basta de postergar la transformación educativa, la escuela debe ser un espacio seguro de aprendizaje de calidad. Una educación de calidad democrática se construye con el proceso participativo incluyendo las voces de niñas, niños y adolescentes pues esta reforma afecta directamente sus vidas y futuro.

EXIGIMOS, que en las escuelas se hable de las violencias de todo tipo que sufrimos niñas y adolescentes y que algunas veces se quiere ocultar. Las Niñas tenemos derecho a participar, opinar, que nos tomen en cuenta y que se escuchen nuestras denuncias.

EXIGIMOS, que el Ministerio de Educación y Ciencias cumpla con su obligación de garantizar una educación para la igualdad de género y derogue la Resolución 29.664/17 del ex Ministro del MEC, Enrique Riera, que prohíbe la educación con perspectiva de género. Que el MEC introduzca inmediatamente en el sistema educativo la Educación Integral de la Sexualidad con bases científicas y enfoque de género, para garantizar que niñas, niños, adolescentes y la población educativa en general cuenten con las herramientas y el respaldo necesarios para alertar si se ven amenazados por la violencia sexual.

Para las mujeres trabajadoras que realizan trabajo doméstico y de cuidado no remunerado EXIGIMOS, un salario digno e igualitario.

Nuestra lucha es para que todas y todes podamos vivir en espacios públicos y privados, libres de violencias impuestas por la inseguridad impuesta por la cultura patriarcal; y para que la diversidad de las familias existentes sea respetada porque existimos, todas nosotras en nuestra diversidad de familias. Nosotras somos las familias.

Celebramos la promulgación de la ley N° 7.018/2022 de salud mental que prohíbe las mal llamadas terapias de conversión.

¡NO A LA VIOLENCIA LABORAL, SEXUAL, FÍSICA Y SICOLÓGICA EN CONTRA DE LAS MUJERES! ¡¡ABAJO EL CAPITALISMO!!

¡Por menos horas de trabajo sin disminución salarial! ¡Por espacios de trabajo libres de acoso y violencia!

Nosotras defendemos la perspectiva de género, el enfoque de derechos, y la interseccionalidad como herramientas clave para realizar políticas públicas que busquen acabar con la violencia y la desigualdad en el país. ¡Basta de la criminalización del enfoque de género y de los derechos!

Nosotras no desistimos, sino que seguiremos luchando por nuestros derechos a una vida libre de violencias, por nosotras y las futuras generaciones. Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio y los 365 días del año vamos a seguir organizando encuentros, acciones, marchas porque nuestra lucha es para todas las personas. Nos encontramos en las calles, en los puestos de trabajo, en las instituciones educativas, en las plazas, en los barrios, en las comunidades.

¡Por nuestros derechos y contra todas las violencias!