Indígenas sufren abandono y extrema precariedad en Itakyry

Mirtha Giménez es docente en una universidad privada de Ciudad del Este y propuso a sus alumnos visitar una comunidad indígena para recabar datos acerca de su situación económica y social.
Nuestra referente en la zona, Belén Romero, acompañó a los jóvenes y la maestra y llegaron hasta la comunidad indígena Loma Clavel de Itakyry, donde 29 humildes viviendas albergan a 150 familias.

La mayor parte de la comunidad está conformada por niños y niñas, y el 60 % de los mismos presenta enfermedades respiratorias; también, problemas cutáneos. No cuentan con escuelas ni puesto de salud cercano. Carecen también de letrinas y ni hablar de otro sistema sanitario o de desagüe; no hay pozos de agua dulce y casi no poseen cultivos de autoconsumo, solo algunas plantaciones de legumbre y mandioca.
Las casas son de madera y techo de paja; muchas, de paredes terminadas con materiales que fueron contenedores del paquete tóxico del agronegocio, como costales de hilo plástico. Así también, recogen agua del ykua en bidones que antes estaban llenos de pesticidas.
La zona donde viven está invadida de soja transgénica, aun siendo territorio ancestral compartido con otros varios pueblos indígenas.