Diálogos de saberes y experiencias feministas

Luego de varias actividades feministas compartidas en la ciudad de Buenos Aires, como la multitudinaria marcha Ni Una Menos y un taller de sanación, las feministas del Abya Yala, compañeras de Bolivia, Brasil y Paraguay, comenzamos a visitar a compañeras de otras ciudades. Como Conamuri hemos visitado dos ciudades: Tandil y Campana, el 5 y 6 de junio, respectivamente. Otras compañeras visitaron la ciudad de Rosario y Córdoba.

En la ciudad de Tandil el espacio fue organizado por la Colectiva Feminista Berta Cáceres en conjunto con Pañuelos en Rebeldía. Convocadas al espacio La Cautiva, una tardecita fría pero al calor del mate y las ganas de escucharnos en un diálogo de saberes y experiencias, nos encontramos con compañeras de La Garganta Poderosa, Taller de Educación Popular, Estudiantes de Trabajo Social, Foro por la Protección Integral de la Mujer Tandil, Lesbofeministas Cruzadas, Mala Junta, Frente Evita, Estudiantes de Fotografía, La Brecha, Estudiantes de Relaciones Internacionales.

En este espacio, desde las feministas del Abya Yala, estuvimos participando con Khurusa Yarwi y Adriana Guzmán, del Feminismo Comunitario Antipatriarcal, de Bolivia, y las experiencias de Conamuri en la lucha por la Soberanía Alimentaria y el empoderamiento de las mujeres como feministas internacionalistas.

Una de las intervenciones de las compañeras que asistieron señaló con convicción que las organizaciones hacemos la revolución y, sin lugar a dudas, las mujeres estamos haciendo la revolución porque creemos que podemos cambiar este sistema patriarcal que nos anula.

Al día siguiente nos recibieron con mucha alegría y expectativas, según ellas mismas manifestaron, desde el Colectivo de Mujeres Feminidades Independientes de Pachamama, en la ciudad de Campana, donde nos encontramos con compañeras de ciudades aledañas como Zárate, Escobar. Allí compartimos con Liana Funes de Honduras la lucha de las mujeres, la lucha de Berta Cáceres, quien representa una semilla que se sigue multiplicando para nuestros pueblos y la lucha de Conamuri.

Liana explicaba que debemos cuidarnos entre nosotras. Eso nos ayudó a romper fronteras para unirnos porque la lucha es antipatriarcal e internacionalista. Además comentó cómo en su país se había enseñado que los indígenas no existían: “cuando éramos niños nos llevaban a museos para mostrarnos. Berta ocupó con indígenas para mostrar que existían y la gente fue a ver, fue hito histórico”, expresó. Desde Conamuri se enfatizó en la necesidad de articularnos entre mujeres del campo y la ciudad, encontrarnos para construir juntas el feminismo que lo concebimos como proyecto político transformador.

Ambos espacios estuvieron llenos de esa mística que se crea cuando nosotras, las mujeres, nos juntamos en un aty [reunión] a conversar, a escucharnos, mirarnos y encontrarnos, que luchamos todas contra la violencia patriarcal, todas luchamos por cambiar esta realidad y soñamos con una sociedad donde seamos todas libres, convencidas de que el feminismo va a vencer.