Comunidades indígenas de la Región Oriental, en vilo

Pronunciamiento

La situación de los pueblos indígenas de la Región Oriental del Paraguay está tocando fondo, comunidades enteras que se ven empujadas a la miseria más descarnada por responsabilidad exclusiva de un Estado inhumano que no cumple su rol protector, antes bien, parece alentar con cada acto y omisión el exterminio definitivo de estas comunidades.

Menos del 2 % de la población paraguaya es indígena, a ese pequeño número el Estado no responde sus demandas básicas para alcanzar una vida digna. Por el contrario, prioriza a los grandes terratenientes para facilitarles el despojo de territorios ancestrales y la destrucción de hábitats naturales, con lo que también matan la identidad y el modo de vida, el modo de ser indígenas. Ganaderos y sojeros representan menos del 1 % de la población paraguaya: así los que tienen más lidian contra los que no tienen nada, con un árbitro para nada imparcial, que es el propio Estado.

Hace unos meses, el asesinato de Lorenzo Silva en una parada de bus del centro capitalino traía a colación la figura de “víctima de odio”, un odio irreverente, desquiciado. Después fue encontrada una niña maniatada y abusada en el predio de una cervecería abandonada, también en el centro de Asunción. La semana pasada nos informaba los medios de comunicación sobre el suicidio de una joven mujer en el Parque Caballero; el cuerpo le fue entregado a sus familiares sin sus órganos internos. Anoche se hallaba los restos de una niña de 12 años dentro de una mochila en las inmediaciones de la terminal de ómnibus, asesinada.

Todas estas personas tienen en común su identidad indígena, miembros de pueblos originarios de la Región Oriental.

¿Qué pasa con las comunidades indígenas en la Región Oriental?

No tienen acceso a derechos básicos.

Se les despoja de lo poco que les queda.

Son expulsados de sus territorios y buscan sobrevivir en las calles.

En las calles encuentran hambre, enfermedades, soledad, desintegración y muerte.

La violencia que se ejerce sobre los pueblos indígenas parte del propio Estado. El INDI está más preocupado porque los niños y niñas no acompañen las movilizaciones de reivindicaciones sociales a que tengan acceso a tres alimentos diarios y una buena educación. El INDI negocia las tierras y territorios indígenas, sobre todo en la Región Oriental. Esta es una emergencia en el marco de la protección de los Derechos Humanos. El Estado es responsable de todos estos hechos macabros que están aconteciendo, y cuántos más de lo que no nos informamos por la prensa.

Exigimos al Estado la investigación cabal de cada uno de los hechos mencionados y la sanción penal correspondiente sobre los autores materiales y morales.

Exigimos al Estado, además, la atención integral a los pueblos indígenas de ambas regiones que, en el contexto de estos hechos macabros, reflejan el grado de abandono y desolación en que se encuentran. Sin territorios, pierden su identidad. Sin derechos ni oportunidades, pierden la vida.