Avisame cuando llegues

Opinión de Cony Oviedo

Al ser mujer es imposible que luego de alguna actividad no nos digamos la famosa frase: “Avisame cuando llegues”, porque la violencia machista patriarcal nos persigue a cada paso, con cada acoso, con cada golpe, con cada humillación, con cada “no podés porque sos mujer», con cada caso de feminicidio.

Micaela García fue víctima de feminicidio en Argentina,  encontrada el 8 de abril pasado, luego de haber estado desaparecida una semana. Y pasó un mes de la marcha internacional del 8M en la que mujeres de 54 países paramos, y paramos porque nos están matando, paramos porque nosotras las mujeres también producimos y queremos que esto sea reconocido; pero principalmente porque estamos luchando juntas para erradicar las violencias que vivimos día a día por el hecho de ser mujeres.

Tanto dolor nos causa, y sin siquiera retomar todavía las fuerzas para seguir gritando «Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos», o simplemente solidarizarnos, nos enteramos que Agostina Farías, otra joven argentina, unas horas después en el mismo día fue encontrada muerta luego de ser violada al igual que Micaela. Hace apenas un  mes atrás, 40 niñas de Guatemala  murieron quemadas: ahora Araceli Fulles es otra joven del mismo país vecino que está siendo buscada.

Por ello, ante tanta violencia machista-patriarcal, nos solidarizamos entre nosotras, sin importar que nos conozcamos o no, seamos del mismo país o no. Somos mujeres que queremos y añoramos que todas podamos vivir libres, sin miedo a cada paso, a salir a las calles, a vivir relaciones igualitarias y porque principalmente hoy ninguna puede saber si volverá o no a su casa. Esa es la realidad que atravesamos y no exageramos, la cruda experiencia lo demuestra.

El feminicidio es consecuencia de todas las violencias que son ejercidas contra las mujeres por el hecho de ser mujeres; cuando denunciamos acosos en las calles, casas de estudios, lugares laborales o cuando se denuncia violencia física, por nombrar solo algunos de los tipos de violencias, estamos pidiendo que la sociedad se despierte, que no es normal que nos violenten, que no es normal que  mujeres desaparezcan y aparezcan violadas y/o asesinadas.

En Paraguay, según informe publicado por el Observatorio de Seguridad durante el 2016, entre el 2011 y el 2015 tres de cada diez asesinatos fueron feminicidios; es decir, mujeres asesinadas por su condición de ser mujeres, en manos de parejas, ex parejas u hombres abusadores. En lo que va del año 2017, entre enero y los primeros días de marzo, se han registrado 11 casos.

Ahora más que nunca y con más fuerza levantamos nuestra consigna «¡Basta de violencia contra las mujeres!». Nosotras, desde el proyecto político que representa el feminismo, no daremos ni un paso atrás, con el dolor, la rabia, pero, por sobre todo, por profundo amor nos mantendremos juntas y en sororidad hasta que todas seamos libres porque ¡vivas nos queremos!