Nos sumamos a la movilización indígena
COMUNICADO
Desde la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas – CONAMURI expresamos nuestra plena adhesión y respaldo a la movilización indígena convocada para este 22 de septiembre por la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID), en defensa de la vida, la tierra y la dignidad.
Nos unimos al clamor de los pueblos indígenas que, una vez más, deben salir a las rutas para exigir el cumplimiento de derechos históricamente negados y hoy profundizados por políticas de exclusión y despojo.
El cierre arbitrario de la oficina central del INDI en Asunción constituye una muestra más del desprecio del Estado hacia los Pueblos Indígenas: cercena el acceso a servicios básicos, posterga la restitución territorial y agrava las condiciones de vulnerabilidad. El INDI debería ser la institución garante de los derechos indígenas, pero bajo los sucesivos gobiernos colorados ha sido convertido en un aparato ineficaz y cómplice de la violencia estatal, incumpliendo con su rol histórico y legal.
Rechazamos los desalojos violentos y la criminalización que se cierne sobre quienes defienden sus territorios y modos de vida. Denunciamos que la falta de presupuesto real para la compra y restitución de tierras no es un problema técnico, sino una decisión política que desnuda las prioridades de un gobierno aliado al agronegocio y a la concentración de la riqueza.
Sostenemos que no habrá democracia verdadera mientras los pueblos indígenas sigan siendo despojados, marginados e invisibilizados en sus demandas. No existe “tema menor” cuando se trata de derechos básicos: los pueblos indígenas anteceden al Estado paraguayo y su dignidad debe ser garantizada sin condicionamientos.
Las movilizaciones son un derecho democrático, no un «apokytã» como sostiene el antidemocrático y autoritario ministro del Interior, Riera. Si quienes gobiernan carecen de la capacidad para conducir un país con justicia, deben dar un paso al costado en lugar de justificar su inutilidad y sus prácticas racistas. Si los pueblos indígenas, de manera organizada, deciden manifestarse ante la falta de voluntad política del cartismo, están en todo su derecho, y absolutamente nadie puede sabotear ni chantajear su legítima protesta.
¡No habrá paz mientras sigan violentando derechos!
¡No habrá paz mientras se mantengan las prácticas racistas!
¡No habrá paz mientras el autoritarismo pretenda imponerse sobre la dignidad de los pueblos!
Este 22 de septiembre marcharemos juntas y juntos, porque la defensa de la tierra, la vida y la dignidad es el horizonte común que nos convoca en resistencia. La resistencia indígena persiste, aunque sea una de las poblaciones más vulnerabilizadas y empobrecidas. Y allí estaremos, porque su lucha también es nuestra lucha.
¡Derechos indígenas YA!